Últimamente, la Salud Mental está en el candelero, y con razón. La pérdida en particular ha sido un tema candente: tras el intenso periodo pandémico, muchos se vieron obligados a seguir trabajando mientras lidiaban con sentimientos de pérdida y duelo. En este artículo examinamos los tipos de pérdida y cómo comprenderlos puede ayudar en el coaching de liderazgo.
20 Tipos de pérdidas
Según nuestra investigación (Menaul y Joao, 2019) y el trabajo de los autores James y Freidman (2009) confirman que existen más de 20 tipos de pérdida: Infertilidad; Falta de hijos; Cambio de identidad, incluida la transición de género; Duelo del cuidador; Menopausia (posible pérdida de libido, pérdida de identidad, pérdida de capacidad para tener hijos); Despido; Separación familiar/pérdida de la custodia o del derecho de visita; Envejecimiento; Divorcio; Muerte del cónyuge o ex cónyuge/familiares/amigos; Cambios importantes en la salud: la pérdida de salud, más que la mayoría de los factores, hace que las personas se sientan vulnerables, lo que conduce a la pérdida de seguridad, especialmente la pérdida de la capacidad de ser físicamente activo; inicio o fin de las adicciones; problemas legales; nidos vacíos; muerte de una mascota; matrimonio; mudanza (casa/escuela/lugar de trabajo): la mudanza es una pérdida importante para los niños, por lo que en la edad adulta puede desencadenarse por futuras mudanzas (Hilpern, 2014); graduación; jubilación; vacaciones.
Como puedes ver, muchos pueden considerarse positivos, pero sin embargo pueden dar lugar a los mismos signos de duelo, como cambios en los hábitos alimentarios o alteraciones en los patrones de sueño, cambios de humor o disminución de la concentración.
Lo que observamos es que con la edad aumenta la probabilidad de experimentar varias de estas pérdidas y es muy probable que acaben explorándose en la sala de coaching, incluso en una sesión vinculada al coaching de liderazgo.
El papel de la pérdida en el coaching
Afrontar el duelo no sigue una receta específica y cada viaje es único para cada individuo. Algunos lo exteriorizarán hasta que no tengan nada más que mostrar, otros lo interiorizarán intentando ocultarlo todo lo que puedan, y otros intentarán compartimentarlo todo lo posible. Sin embargo, el acontecimiento repercutirá en quiénes somos, hasta el punto de que nuestra propia identidad podría verse afectada. He visto a muchos ejecutivos en sus presentaciones describirse a sí mismos como un «nido vacío», aludiendo a que sus hijos llegan a la edad adulta y abandonan el hogar para dedicarse a otras cosas. O demostrando su angustia por su próxima jubilación y no queriendo que les llamen «jubilados».
Me parece interesante nuestra búsqueda de etiquetas en general y cómo asociamos estas etiquetas a sentimientos que pueden potenciarnos o entorpecernos.
En el coaching, trabajamos con la persona para ir más allá de las palabras, explorando los sentimientos, las sensaciones que el cuerpo está expresando y que, de alguna manera, nuestro sobrecargado calendario no nos permite disponer del tiempo y el espacio mental necesarios para explorar. Nos fijamos en los valores y creencias que se manifiestan en el discurso de nuestro cliente, no sólo con las palabras, sino también con el lenguaje corporal, la postura, el tono de voz. Por eso es tan importante estar presente y permitir que nuestra capacidad de escucha los identifique y ofrezca ese espacio en el que la persona pueda simplemente ser, sin sentirse juzgada.
El duelo es ese sentimiento de privación de alguien o algo que valoramos. Viene acompañada de pena, dolor, desolación y privación. En algunas situaciones, no queremos sentirnos así, pero no conseguimos encontrar las fuerzas para superar ese sentimiento y volver a luchar contra tu antiguo yo. Veo el duelo casi como una puerta. Hay algo antes de esta puerta y algo más allá de ella. Existe mi antiguo yo y mi nuevo yo. Aprender a vivir con el nuevo yo a veces puede ser duro y, cuando el coaching no puede ayudar, lo correcto es remitir al cliente a otro profesional que sí pueda.
Complejidades de la pérdida en el coaching de liderazgo
Algunos de los problemas de salud mental son muy claramente identificables porque encajan en el marco del blanco y negro. ¿Qué pasa con las cuestiones que caen en las zonas grises? Cuando no es tan visible que la persona está angustiada, cuando son maestros en disimularlo?
Cuántos de los clientes ejecutivos son así, sufren un duelo agudo, no están en su mejor momento, ni mucho menos, pero pueden ocultarlo tan bien que la gente no lo ve, no se preocupa de verlo ni de buscarlo. Éstas son las personas a las que también debemos prestar atención, porque es evidente que necesitan nuestra ayuda y no encuentran su voz para pedir ayuda, porque (quién sabe) ni siquiera son conscientes de que hay ayuda ahí fuera que les ayudará a navegar por estas aguas, aprendiendo sobre sí mismos y sus desencadenantes en el camino, reforzando sus valores y aumentando su autoconciencia y la conciencia sobre el impacto que tienen en los demás y viceversa.
Coaching de Liderazgo en Shiftbalance
La red de expertos de Shiftbalance incluye muchos coaches certificados, entre ellos el autor de este artículo, con experiencia en salud mental. También ofrecemos Coaching de Liderazgo como servicio básico. Si conoces a alguien que pueda caer en esta zona gris, háznoslo saber, o si de hecho eres alguien que está pasando por situaciones estresantes causadas por cualquier tipo de pérdida, ponte en contacto con nosotros, para que podamos asociarnos contigo y crear un espacio seguro en el que puedas ser tú mismo y ayudarte a procesar el viaje por el que estás pasando.
Autor: Maggie João, MCC